EDITORIAL

Somos tan sólo una voz entre las miles que están saliendo en todos los medios pequeños del país y enormes de Capital. Somos tan solo una voz que intenta denunciar cada martes, en el caso de este programa, y cada día, en el caso de esta radio, cada cosa que no nos gusta que pase y también las cosas que nos gusten que pasen. Pero hay algo que nos carcome la cabeza y el alma, hay algo que pesa más que cualquier otra noticia, y eso es la impunidad.

Impunidad es una palabra que instantáneamente relacionamos con la dictadura, y claro, no es un error hacerlo. Porque durante años, y todavía pasa, los militares (y también civiles) que mataron y desaparecieron a 30 mil personas, se mantuvieron impunes. Ese, quizás, sea el ejemplo más claro de impunidad.

Impunidad también, hay desde hace 3 años, desde que desapareció Jorge Julio López y no pasó nada con su causa y mucho menos con su cuerpo. Y acá estamos hablando de esta democracia.

Pero la impunidad no se da sólo cuando se desaparece a alguien y nadie es el culpable, no se da sólo cuando muere alguien y no se juzga al asesino, la impunidad también se da en la vida doméstica, en los lugares de trabajo (hoy, se ve muy transparente la impunidad con la que se manejan los dueños de Kraft-Terrabusi)… pero sobre todo y a nivel más masivo, la impunidad también se da en lo discursivo.

Impunidad hay donde se defendió el período más sangriento de la historia argentina sin decir nada. Impunidad hay donde se secuestró hijos de desaparecidos, y nunca se declaró. Impunidad hay donde un interés personal tapa una realidad. Impunidad hay en cada mentira masiva que se dice sin pelos en la lengua. Impunidad hay en el uso del poder en contra del pueblo, en la repetición del discurso que miente en cada una de sus palabras. Impunidad hay al decir que se va a desaparecer a un medio, como si fuera una de esas personas que se desapareció con la anuencia de los dueños de ese mismo medio. Impunidad hay al querer que una ley dictatorial, represiva, doctrinaria, ilegal e inconstitucional, se mantenga en vigencia. Impunidad hay en donde se permite el paso de la impunidad.

Somos sólo una voz entre millones, pero no por eso vamos a dejar de denunciar la impunidad. La impunidad con la que se sostienen Clarín, TN, América, Radio Mitre, y tantos otros medios defensores de la represión, del neoliberalismo, de la corrupción, de los poderosos –que son ellos mismos.

Somos una voz entre millones, que quiere, por primera vez en la historia tener las mismas posibilidades que una empresa que quiere lucrar. Somos una voz que habla por el derecho a hablar, que comunica por el derecho a comunicar, que informa por el derecho a informar que todos y cada uno tenemos. Somos una voz que quiere hacer de contrapeso a las mentiras y ocultamientos de los que hoy son medios masivos, no porque digamos verdades, sino porque ellos mienten, que no es lo mismo. Somos una voz entre las millones que queremos que se apruebe la nueva ley de medios, porque supera ampliamente a la que tenemos de la dictadura, porque nos da legalidad, porque es democrática, porque es un reclamo que millones hacen desde hace, por lo menos, 26 años. Y además, somos una voz entre millones que queremos que la impunidad de una buena vez sea juzgada. Porque mantener la ley de radiodifusión vigente, es mantener y fomentar la impunidad